El conductismo.

El conductismo.

            En el año de 1913 y de la mano de John Broadus Watson, se puede decir que nació el conductismo. El cual es un sistema psicológico que ha tenido gran influencia y es característica de las escuelas norteamericanas. El objeto de estudio de este sistema es la conducta, que en palabras de Watson es todo aquello que hace y dice el sujeto.

            Los pilares en los que se fundamenta este sistema fueron puestos por filósofos de la altura de Descartes y Augusto Comte, así como  de las ideas evolucionistas de Darwin.  Este último incursiono en lo que es la Psicología animal y empezó a construir el puente entre las relaciones de conducta de los animales y las personas, lo que ahora conocemos como la continuidad entre los animales inferiores y el hombre.

            Otras idea muy importante detrás de la metodología experimental fue dada por G.Lloyd Morgan, quien adapto la ley de parsimonia (navaja de Occam) a la Psicología en un enunciado que se conoce como el canon de Lloyd Morgan, “En ningún caso habremos de interpretar una acción como resultado del ejercicio de una facultad psíquica superior, si podemos interpretarla como resultado del ejercicio de otra facultad que sea inferior en la escala psicológica”.

            Muchos otros hombres  ayudaron a  formular las ideas de Watson de los cuales mencionaremos algunos más como: Jacques Loeb, H.S. Jennings, E.L.Thorndike y no podemos olvidarnos de la escuela reflexológica  rusa y uno de sus máximos exponentes Pavlov, quien realizó  los experimentos  básicos de estimulo-reacción.

            La tendencia científica de la época, aunada a los resultados obtenidos por los pensadores antes mencionados, dan origen a los siguientes postulados:

• 1.    La conducta se compone de elementos de respuesta y puede ser analizada con éxito mediante los métodos objetivos de la ciencia natural.

 

• 2.    La conducta se compone por entero de secreciones glandulares y movimientos musculares; por lo cual es en última instancia reductible a procesos físico-químicos.

 

• 3.    Ante todo estimulo efectivo hay una respuesta inmediata de algún tipo; toda respuesta obedece a  algún tipo de estimulo. Hay entonces un estricto determinismo de causa y efecto en la conducta.

 

• 4.    Los procesos de la conciencia, si es que existen no pueden ser estudiados científicamente.

 

            Como podemos ver estos postulados le dan al conductismo una estructura científica acorde al paradigma vigente de esa época.

            Se pueden identificar dos corrientes principales en el conductismo que son: el conductismo empírico y el conductismo metafísico.  El primero de estos trabaja principalmente con los conceptos de E-R y el segundo adopta una posición muy definida metafísicamente hablando al negar la existencia de la mente o la conciencia.

            Es importante mencionar que Watson también consideró entre sus premisas la importancia del ambiente en la generación de conductas. Toda su doctrina fue y ha sido sumamente atractiva por varias razones entre las que destacamos que es un producto casi completamente estadounidense, y que también exalta algunos de sus valores como la igualdad de todos los seres humanos en oportunidades y capacidades. Esto llevó a Watson a lanzar uno de los desafíos más controversiales: “Denme una docena de niños  saludables, bien formados y un ambiente para criarlos que yo mismo especificare, y prometo tomar uno al azar y prepararlo para cualquier tipo de especialidad que se puedan seleccionar sean cuales fueren sus tendencias, aptitudes, vocaciones, talento y raza de sus antepasados”.  

            Es indudable que el conocimiento propuesto por este sistema al estar enmarcado en un paradigma científico es un conocimiento cierto y público que ha dado buenos resultados y que es  capaz de explicar muchísimos fenómenos, pero también tuvo y ha tenido grandes ataques y por que no también grandes lagunas.

            Las más importantes considero que serían, la insuficiencia del conductismo para describir actividades refinadas como por ejemplo: la música, la danza, la pintura, etcétera; la naturaleza del conocimiento, de los deseos, el libre  albedrio, y la interpretación de los sueños